lunes, 18 de marzo de 2013

EL REGIDOR CRISTIANO DE FERNANDO BALLESTEROS SAAVEDRA




EL REGIDOR CRISTIANO  UN MANUAL DE BUEN GOBIERNO LOCAL DEL S. XVII

El historiador, miembro del IEM, académico correspondiente de la Reales Academias de la Historia, de las Ciencias, Nobles Artes, Bellas Letras de Córdoba y la de Bellas Artes de la de Santa Isabel de Hungría de Sevilla F. Javier Campos y Fernández de Sevilla acaba de publicar el libro impreso con introducción, edición y notas del manuscrito inédito  El Regidor cristiano (1613) de Fernando Ballesteros Saavedra, dentro de la colección del Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas  Artísticas. El  manuscrito se encontraba en posesión de  los descendientes del autor, la familia Ballesteros Pedregal en Fuenllana. Este tratado de literatura política referenciado en numerosas ocasiones se ha salvado del olvido.  Declara Campos que ha salido del purgatorio, es decir de los depósitos de los anticuarios, pero ha llegado al paraíso, para Borges son las Bibliotecas.  De modo que el manuscrito  expuesto en el XV Salón del Libro Antiguo por la Librería El Filobiblión de Madrid ha sido adquirido recientemente por el Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes a través de la Biblioteca Municipal donde ha pasado a formar parte de la colección bibliográfica.



Fernando Ballesteros Saavedra (Villahermosa 1576- Villanueva de los Infantes 1657) desempeñó importantes cargos a lo largo de su vida: regidor perpetuo, alcalde, sargento mayor y capitán de las milicias del Campo de Montiel. Perteneció a la estirpe de los Ballesteros Saavedra, linaje de hidalgos intrincados  en el antiguo y conocido Campo de Montiel. De su casamiento con doña María Cañuto y Mexía (hija de Pérez Cañuto), una de las fortunas más importantes de esta comarca, varios autores han especulado sobre la posibilidad de que estas bodas fueran las que inspiraran a Cervantes el episodio de las bodas de Camacho (Don Quijote, cap. 20-21, II parte) por la pomposa ceremonia amenizada con bailes, danzas y juegos, además de la copiosa comida, acudiendo gentes de toda la comarca. Campos y F. de Sevilla cita como hecho probable que el autor del Quijote por su cargo debió de conocer el desarrollo de la cabecera de la gobernación de este territorio y el Campo de Montiel entre 1593/1597.

El escritor Ballesteros Saavedra tuvo una sólida formación humanística y dominio del latín, fundamental para un jurista de la Alta Edad Moderna y del portugués. En 1631  tradujo La Eufrosina de Ferreira de Vasconcellos, con la aprobación del gramático Jiménez Patón y nota de Francisco de Quevedo, dejando testimonio del afecto que les unía. Sus estudios debió de cursarlos  a finales de la década del siglo XVI en la Universidad de Alcalá de Henares, donde conocería y entablaría amistad con grandes hombres de letras a juzgar de cómo le conocen y  elogian sus cualidades literarias en muchas obras. Fue un autor conocido y apreciado en ciertos círculos literarios manifestado por las dedicatorias y referencias: Lope de Vega en Jerusalén Conquistada y en Laurel de Apolo, Jiménez Patón le dedica Elocuencia en Arte,  F. Sánchez de Villanueva y Marcos de Arellano con Poemas laudatorios. Ha sido  referenciado por Menéndez y Pelayo, Hervás y Buendía, Angela Madrid, E. Rodríguez Huéscar…, éste último dedicó su discurso de ingreso en el Instituto de Estudios Manchegos con el manuscrito de la obra El Regidor cristiano, objeto de esta reseña. Siendo un enigma el que no lo publicase, conocido en el mundo de las letras y habiendo desempeñado importantes cargos en el Campo de Montiel. Porque aunque lejos de la corte,  vivía en una villa con cierto ambiente cultural donde se conocían las novedades que se publicaban y donde estaba activo el mercado del libro.

Campos desenmaraña toda la genealogía del  linaje de la familia  Ballesteros y Saavedra que se asentarón en Villanueva de los Infantes en 1554, procedentes de Agüera, merindad de Montija, siendo el primogénito ballestero mayor de Alfonso XI,  probando el estado noble en la Real Chancillería de Granada.



El Regidor cristiano, sigue el modelo de Castillo de Bobadilla en su Política para corregidores (1597), obra que es citada y entre otras  El tesoro de la Lengua Castellana de S. de  Covarrubias (1611). El “Prólogo al lector” está dedicado a su padre don Juan Ballesteros Saavedra, aunque a tenor del texto está pensado más para los conciudadanos. La forma seguida para escribir su obra es diferente en cuanto al método de aquellos momentos. Campos compara y demuestra que no es casualidad que coincida  este prólogo con el de Castillo de Bobadilla y con el de  Cervantes de la Primera Parte del  Quijote. Cuyo texto conocía, aunque no cite éste último, por la idea de cómo son  los prólogos y la utilización del castellano. La inspiración en la obra de Bodadilla es evidente por la concepción y la estructura que le da al Regidor

Aunque no es una edición crítica, el editor estudia la obra con abundantes notas que aclaran el sentido y la comprensión del texto. Estudiando  las explicaciones de la genealogía de la Real Academia de la Historia,  descubriendo como esta obra es también conocida como  “Advertencias políticas y norte de Regidores”. Para Campos  la obra es una reflexión sobre el ejercicio del cargo de regidor y de la administración municipal, un manual de gobierno local.  Ballesteros Saavedra redacta las tareas y la gran responsabilidad que pesa sobre la persona de los regidores, entiende el cargo como un servicio a la comunidad local. El calificativo de cristiano lo toma como base de la moral católica.


 El libro está organizado en tres discursos, modelo clásico de la narración. El discurso primero versa sobre los principios religiosos como base del buen gobierno político de la Villa, no prescindiendo de pedir ayuda divina cuando se reúnen para tratar el bien común. El segundo discurso trata de aspectos generales de recibimiento, relaciones con el corregidor y el resto de regidores, sistema de votación para aprobar las obras públicas, la administración de bienes y rentas del concejo, la vigilancia y cuidado de la provisión de abastos, etc. El discurso tercero sobre la Jurisdicción: potestad para redactar textos para el buen gobierno, el sistema de elección de los oficios del cabido, las competencias y la intervención de las rentas municipales.

Una obra de máximo interés para conocer el  buen gobierno de la administración local del s. XVII.

                Mª Ángeles Jiménez García